La mayoría de individuos cree que las dietas
vegetarianas no aportan los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento
del cuerpo, ya que se piensa que éstas son muy bajas en proteínas y en algunas
vitaminas que son esenciales para el organismo. Sin embargo, en una
investigación realizada en el 2006 por la Asociación Americana de Dietética (American Dietetic Association,
A.D.A), se demostró que los
regímenes alimenticios ovo-lácteo vegetarianos[1], suplen todas las necesidades alimenticias del
cuerpo. Adicionalmente, se comprobó, que estas dietas pueden ser mucho más
saludables que aquellas en las que se incluye carne.
En la investigación de la ADA, se
puntualiza sobre los nutrientes que suelen considerarse bajos en una dieta
vegetariana. Estos son: las proteínas, las vitaminas D y B12, el calcio el
yodo, y el zinc. La asociación prosigue a demostrar que las necesidades corporales de
cada uno de estos nutrientes son suplidas de forma satisfactoria en las dietas ovo-lácteo vegetarianas y
concluye: “Es la postura de la Asociación Americana de Dietética que las
dietas vegetarianas adecuadamente planificadas […] son saludables,
nutricionalmente adecuadas […] y son apropiadas para todas las etapas del ciclo
vital, incluyendo el embarazo, la lactancia, la infancia, la niñez y la adolescencia,
así como para deportistas.” De acuerdo a esto, es claro que la idea de que un régimen vegetariano puede
producir una descompensación en el organismo es falsa. Pero ¿Por qué es tan difícil
alejarnos de esta creencia cuando ya es evidente que no tiene fundamento? Considero
que, en cierto modo, se debe a que las
personas encuentran en ella una forma de excusarse por consumir carne, pues
mantener esta mentalidad les permite, en parte, “justificar” el daño que
produce la industria ganadera a nivel mundial y esconder que, en realidad, la
principal razón por la que se ingieren carnes no es por el cuidado de la salud
sino por sabor y comodidad.
Así mismo, en la investigación de la American Dietetic Association, se demuestra que una dieta vegetariana no sólo suple todas las necesidades nutricionales del organismo, sino que también contribuye al mejoramiento de la salud: “las dietas vegetarianas adecuadamente planificadas […] pueden proporcionar beneficios para la salud en la prevención y en el tratamiento de ciertas enfermedades”. En el estudio se muestra que un régimen vegetariano produce una disminución significativa del riesgo de sufrir las siguientes enfermedades: enfermedad cardiovascular, hipertensión, diabetes, obesidad, cáncer, osteoporosis, enfermedad renal y demencia. Se evidencia, entonces, que la implementación de una dieta vegetariana, no sólo contribuye, como lo mocioné con anterioridad, a la preservación ambiental, sino que además mejora nuestra calidad de vida, pues favorece el mejoramiento de nuestra salud.
En resumen, de acuerdo con las investigaciones de la ADA, las dietas vegetarianas, realizadas de forma adecuada, le brindan al organismo todos los nutrientes necesarios para el desarrollo óptimo de todas las actividades, al tiempo que mejoran la salud, pues en el estudio de la asociación se comprobó que estas dietas, empleadas de manera correcta, disminuyen significativamente el riesgo de padecer algunas enfermedades.Vemos entonces, que las razones por las que los individuos deciden unirse a la comunidad vegetariana, no son solo éticas, relacionadas con la defensa a los derechos de los animales, como piensa la mayoría, sino también de salud, ya que, sin duda, este tipo de alimentación beneficia a nuestro organismo, nos permite sentirnos saludables y tener la tranquilidad de saber que no estamos apoyando la inmensa contaminación ocasionada por la industria ganadera ni asesinato despiadado de millones de animales. A las mismas conclusiones llega el doctor Juan Manuel Lodoño en su libro Naturismo, cáncer y alimentación. El doctor afirma que el vegetarianismo aumenta la expectativa y la calidad de vida de las personas, pues, tras hacer un estudio de algunas comunidades asiáticas, encontró que el hecho de que estas agrupaciones no padecieran ningún tipo de cáncer y de enfermedades cardiovasculares, estaba directamente relacionado con que estos individuos no ingerían carne y, en su lugar, consumían grandes cantidades de verduras y frutas.
Así mismo, en la investigación de la American Dietetic Association, se demuestra que una dieta vegetariana no sólo suple todas las necesidades nutricionales del organismo, sino que también contribuye al mejoramiento de la salud: “las dietas vegetarianas adecuadamente planificadas […] pueden proporcionar beneficios para la salud en la prevención y en el tratamiento de ciertas enfermedades”. En el estudio se muestra que un régimen vegetariano produce una disminución significativa del riesgo de sufrir las siguientes enfermedades: enfermedad cardiovascular, hipertensión, diabetes, obesidad, cáncer, osteoporosis, enfermedad renal y demencia. Se evidencia, entonces, que la implementación de una dieta vegetariana, no sólo contribuye, como lo mocioné con anterioridad, a la preservación ambiental, sino que además mejora nuestra calidad de vida, pues favorece el mejoramiento de nuestra salud.
En resumen, de acuerdo con las investigaciones de la ADA, las dietas vegetarianas, realizadas de forma adecuada, le brindan al organismo todos los nutrientes necesarios para el desarrollo óptimo de todas las actividades, al tiempo que mejoran la salud, pues en el estudio de la asociación se comprobó que estas dietas, empleadas de manera correcta, disminuyen significativamente el riesgo de padecer algunas enfermedades.Vemos entonces, que las razones por las que los individuos deciden unirse a la comunidad vegetariana, no son solo éticas, relacionadas con la defensa a los derechos de los animales, como piensa la mayoría, sino también de salud, ya que, sin duda, este tipo de alimentación beneficia a nuestro organismo, nos permite sentirnos saludables y tener la tranquilidad de saber que no estamos apoyando la inmensa contaminación ocasionada por la industria ganadera ni asesinato despiadado de millones de animales. A las mismas conclusiones llega el doctor Juan Manuel Lodoño en su libro Naturismo, cáncer y alimentación. El doctor afirma que el vegetarianismo aumenta la expectativa y la calidad de vida de las personas, pues, tras hacer un estudio de algunas comunidades asiáticas, encontró que el hecho de que estas agrupaciones no padecieran ningún tipo de cáncer y de enfermedades cardiovasculares, estaba directamente relacionado con que estos individuos no ingerían carne y, en su lugar, consumían grandes cantidades de verduras y frutas.
Reseña
basada en el artículo Dietas
vegetarianas: Postura de la A.D.A., tomado de http://www.unionvegetariana.org/ada.html
Londoño, Manuel. (1989). "¿por qué entrar al mundo del
vegetarianismo'" en Naturismo, Carne y alimentación. Bogotá, Colombia. Editorial
Bochica.
[1]
Existen tres tipos principales de regímenes vegetarianos: En primer lugar,
encontramos el ovo- lácteo vegetarianismo que en el que hay una abstención al consumo
de carnes, pero no se renuncia a ingerir alimentos de origen animal como huevos
y leche. En segundo lugar, hallamos el lacto- vegetarianismo en que además de
la carne, se excluyen los huevos, pero si se consume leche y sus derivados. Y ,
en tercer el tercer lugar se sitúa el veganismo que consiste en la renuncia al
consumo de carnes, huevos, lacteos y todo tipo de alimentos de origen animal.
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